Y los sábados, Casablanca.

En Berlín hay un barrio que se expone, que muestra las tendencias caprichosas de sus diseñadores de ropa, donde las peluquerías tienen dj, entre cuyos vecinos predominan las pareja jóvenes con hijos, que presume de su estética puntera al igual que sus ciudadanos.
Tal desplieque puede alcanzar su cénit tanto un sábado por la noche, con sus paradas de metro a rebosar de americanos buscando alguna discoteca, como un mañana entre semana, donde los turistas se mezclan con los padres tomando el sol en alguna cafetaría. Y una de estas mañanas volví a pasar hace poco por el „Lichtblick Kino“. El „Lichtblick Kino“, en el barrio de Prenzlauer Berg, es uno de los cines más entrañables y pequeños de la ciudad, un diferencial de cine.

Está en la Kastanien Allee, calle que popularmente recibe el nombre de „Casting Allee“, por lo que se le atribuye de presumidos a sus habitantes, como si tuvieran que ir preparados para un Casting de cine incluso para ir a comprar el pan.

En el Lichtblick, el programa combina un par de novedades interesantes del cine actual, películas escogidas, con cine de restropectiva, ciclos sobre Buñuel y Wenders, Antonioni y Hitchcock, algunos de ellos con cierta regularidad. Al pasar la pequeña barra se accede, tras la vidriera de colores, a la sala de proyección, mínimo recorte de un antiguo teatro, cerveza y golosinas a disposición de quien guste para disfrutar la velada. Tienen una lista de correo para recibir por Email la programación mensual y por poco más de 3 euros, se puede disfrutar de un documental histórico, alguna reflexión de Noam Chomsky sobre la política o el lenguaje.
También las películas musicales tienen buena acogida, por ejemplo sobre el punk de la DDR o Nina Hagen, así como las películas sobre Berlín o rodadas en Berlín.
Aquí pude ver Blow up de Antonioni, basada en realidad en „Las babas del diablo de Cortázar, aunque mucho más famoso, de nuevo, la película que el relato, que es algo que me gusta recordar ahora que empiezo a hacer fotos, tratar de averiguar el sentido que tiene la ISO en las cámaras digitales para acercame a la ciudad desde otra perspectiva.

El programa y los visitantes del cine son caprichosos e interesantes.Pero eso sí, los sábado por la noche no puede fallar, en versión orignal subtitulada al alemán, el gran clásico „Casablanca“.